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Volvemos un poco atrás para entender cómo pasó todo esto. Khun Nueng, después del accidente, estaba vacía, porque no sabía quién realmente era. Su cuerpo estaba ahí, pero su alma no, como si ese accidente hubiera hecho que su vida cambiara.

Después de cuatro meses en los que estuvo hospitalizada para ver por qué no recordaba nada, llegó una chica llorando y abrazándola. Esa chica le decía que la amaba y que siempre estaría para ella. Pero, ¿quién era ella? No la conocía, pero sentí algo con ese abrazo. Sentí como si ese abrazo hiciera que mi corazón se parara. Realmente debo conocerla para sentir eso, pensé.

Pero no podía recordarla, así que me separé de su abrazo y, de la manera más fría, le dije:

Khun Nueng: ¿Quién eres? ¿Por qué me abrazas y por qué me dices todas esas cosas? Ni siquiera nos conocemos, ¿para qué me abrazas?

Vi cómo esa chica se echó hacia atrás y se dio vuelta. Parecía que mis palabras le dolieron, pero no podía hacer nada. Realmente no la conocía. La chica se dio vuelta y me miró con determinación y me dijo: "Sé que no sabes quién soy, pero haré que recuerdes cómo me conociste, cómo nos hicimos cercanas cada vez más hasta que sientas algo por mí. Seré digna de ti."

¿Qué tonterías dice esa chica? ¿Digna de mí? No siquiera la conozco. Con todas las fuerzas que me quedaban, la saqué de ahí. No quería que estuviera cerca de mí. No sé por qué mi comportamiento era así; esa chica no hacía nada y yo ya la había echado. Después de eso, la chica se fue. Vi cómo salía de la puerta con los ojos llorosos, pero no me importó.

Después de un tiempo, mi abuela vino a verme. Al verla, sentí unas ganas de abrazarla como si no lo hubiera hecho hace tiempo. Con el tiempo, mi abuela me había dicho que vivía con ella en el palacio y que yo estaba comprometida con Khun Chet. Eso lo sabía, pero sentí un gran vacío al escuchar eso porque no me sentía cómoda estando con ella. Sentía que todos mis recuerdos estaban desordenados, así que decidí decirle a mi abuela que se fuera. Pero ella me dijo que volvería mañana con Khun Chet para hablar sobre el compromiso. En mi cabeza decía: "Recién despierto y mi abuela ya quiere hablarme de ese compromiso", pero como nunca puedo negarle algo a mi abuela, solo asentí con la cabeza.