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Khun Nueng, con el corazón roto y la mente llena de confusión, observaba cómo Anueng se despedía de ella lista para una nueva en el extranjero. Las palabras que le había dicho a Anueng resonaban en su mente: "Es mejor que te vayas". No estaba segura de sus propios sentimientos; tal vez el dolor era demasiado profundo para reconocerlo plenamente. Mientras Anueng caminaba para irse del apartamento de Khun Nueng un lugar con muchos recuerdos pero todo quedará en el olvido , una parte de ella aún esperaba que Khun Nueng la detuviera. Pero eso no ocurrió. Khun Nueng permaneció inmóvil, sintiendo que había sido una carga más que un amor verdadero para Anueng.

Deseó, con todo su ser, que en otra vida las cosas fueran diferentes, que no tuvieran que esconder su amor bajo la sombra de las expectativas familiares. Quizás entonces podrían haber sido más que solo sobrina y tía.

El mundo tenía otros planes. Mientras Anueng se subía al avión, tratando de ahogar su dolor en la esperanza de una nueva vida, Khun Nueng luchaba contra sus propios demonios. Decidió que no podía dejar que Anueng se fuera así, sin intentarlo una última vez. Salió corriendo hacia el aeropuerto, desesperada por detenerla. Pero el destino fue cruel. En su prisa, el taxi en el que iba Khun Nueng sufrió un accidente. La oscuridad la envolvió, y lo siguiente que supo fue que había perdido la memoria.

Cuatro meses después, en un rincón del extranjero, Anueng estaba tratando de construir una nueva vida. Sus esfuerzos por olvidarse de Khun Nueng eran en vano. Su madre, Piengfah, interrumpió una tarde tranquila con noticias que cambiarían todo: su padre, Chet, había llamado para decir que Khun Nueng había tenido un accidente y había perdido la memoria. Anueng supo en ese instante que debía regresar. Sus amigos y su nueva vida no importaban; Khun Nueng lo era todo para ella.

De vuelta en Tailandia, la hermana de Khun Nueng, Sam, y su novia Mon, estaban haciendo todo lo posible para ayudar a Khun Nueng a recuperar sus recuerdos. La abuela, Khun Khaekai, aprovechó la situación para tratar de llevar a Khun Nueng de vuelta al palacio, planificando un matrimonio arreglado con Chet, el padre de la mujer que Khun Nueng había amado. Todo estaba preparado para que en tres años se casaran, pero Khun Nueng no recordaba nada de esto.

Anueng, decidida a recuperar el amor de su vida, volvió a Tailandia. Se puso de nuevo su uniforme de secundaria, con la esperanza de que esa imagen despertara algo en la memoria de Khun Nueng. Cada día, iba al hospital, hablaba con Khun Nueng, le contaba historias de su amor, tratando de encender una chispa en su mente.

Mientras tanto, Sam y Mon la apoyaban, luchando contra la abuela y sus planes. Las probabilidades estaban en contra, pero el amor de Anueng era fuerte y persistente. La batalla por recuperar a Khun Nueng no sería fácil, pero Anueng sabía que su amor no podía terminar así. No mientras tuviera una oportunidad, por pequeña que fuera, de devolverle los recuerdos a la mujer que tanto amaba.